Por Toni Roderic, Secretario de Organización de la Confederación de Los Verdes · Els Verds · Berdeak · Os Verdes.
No sé si han tenido ocasión de ver y escuchar el vergonzoso reportaje del programa de Ana Rosa Quintana, de supuesta investigación, sobre La Cañada de Hidum en Telecinco. La manipulación más descarada junto a la truculencia anti-islamista se dan la mano con el racismo y los intereses ideológicos del más rancio colonialismo. Ahí van alguna de sus perlas: “La Cañada es la cuna de los yihadistas”, “El narcotráfico convive con los yihadistas”, “Los jóvenes se atrincheran contra la policía”, “Aquí te tiran a pedradas o te matan”…
Ni que decir tiene que un servidor, nuevo ciudadano melillense, puede desmentir todas y cada una de las afirmaciones del periodismo amarillo de Ana Rosa y de Telecinco: he estado bastantes veces en La Cañada y no solamente nadie me ha apedreado, ni evidentemente matado, sino que he encontrado una hospitalidad, calidez, solidaridad y sentimiento fraterno que hace mucho tiempo que no encontraba en ningún sitio.
Pero aquello que me parece más relevante y doloroso en este zafio asunto es la imagen de Melilla que algunos descerebrados se empeñan en proyectar. Y el silencio culpable del gobierno de la ciudad. Como dice un buen amigo mío, no sé si el señor Imbroda, el señor Delegado del Gobierno, junto con otros señores responsables, piensan lo que afirma Ana Rosa y lo comparten. Pero deberían haber salido ya en defensa de la ciudad, en defensa de sus ciudadanos y en defensa del futuro de Melilla, porque es su obligación como máximos representantes de los ciudadanos de Melilla que son quienes en definitiva han depositado en ellos su confianza y les pagan sus excelentes sueldos con sus tributos e impuestos. Todos los ciudadanos de Melilla por igual. Todos. Vivan donde vivan. Y no hay que ser muy agudo para saber que aceptar esta imagen falsa y manipulada de Melilla, hace un daño terrible al turismo, al comercio local, a la situación económica, a todo lo que se les pueda ocurrir, y, evidentemente, no contribuye a solucionar los graves problemas de paro, de pobreza, de exclusión social que padecen muchos melillenses entre ellos los de La Cañada.
El gobierno del señor Imbroda y del PP –y también el silencio de los partidos presentes en la Asamblea- hacen piña con el gobierno del estado en ofrecer siempre, siempre, una imagen distorsionada de nuestra ciudad. No les escucho nunca un mensaje positivo al margen de sus intereses electoralistas. Ni una acción decidida en ese sentido. Pero el silencio cómplice ante una manipulación como la de Telecinco, es la guinda a una actuación lamentable y vergonzosa que deberían condenar y exigir una disculpa urgente. Juntamente con acciones decididas sobre las bondades y excelencias de Melilla.
