Por Toni Roderic, Los Verdes de Melilla.
Estos días de celebraciones, aclamaciones, aplausos, ovaciones, fiestas y karaokes hemos escuchado con mucha atención –e incluso alegría y entusiasmo- el vaticinio de Imbroda de que ahora llegan las “vacas gordas”.
¿Los pequeños empresarios? Estos están alborozados con la noticia. No saben si ir ya a celebrarlo a la Taberna –con karaoke incluido- o esperar a la Feria para darle un aspecto más popular. Hay alguno que piensa que ya no será necesario utilizar la “rasca” para tener alguna concesión. En fin, que Imbroda nos ha animado este verano tan tórrido y sofocante con esta buena noticia.
Entre mis vecinos, la noticia no puede haber caído mejor. La Farida se ha puesto a régimen porque ahora podrá comprarse la ropa que más le gusta. Paco nos invitó el otro día a champagne para celebrar la buena nueva porque lo podrán operar antes. Currito y Fátima podrán tener una beca. La Toñi dice que le darán un préstamo para el aire acondicionado y Rachid está convencido que podrá poner una tetería.
Esperemos que la profecía imbródica se cumpla. No podremos evitar de ninguna de las maneras la felicitación sincera. Contamos, también, que el presidente de la CAM –en su próxima intervención- nos ilustre sobre qué grado de implicación o responsabilidad han tenido él y su familia personal i/o política en los años de las vacas flacas que aún estamos padeciendo. Podría señalarnos a quien deberían dirigirse los que durante estos años han tenido problemas graves de pobreza, de paro, de exclusión social. A quién o quiénes deberían reclamar los que han perdido su empleo, los que han cerrado sus empresas y los que han perdido sus casas. Dónde podrían reclamar los niños que han estudiado en malas condiciones y los que han padecido las insuficiencias de la sanidad pública. ¿A quién? ¿Dónde?