Por Toni Roderic (Los Verdes de Melilla).
Las recientes declaraciones -en dos ocasiones tras las elecciones del 26M- de la señora Delegada del Gobierno en Melilla sobre la próxima fiesta del AID EL KEBIR, vuelve a sumir a la comunidad islámica melillense en la preocupación. No solo porque da a entender que no domina en absoluto la legislación que hace referencia a la importación de animales vivos desde Marruecos a Melilla, sino que, además, da a entender no sé qué problemas para que los musulmanes españoles de Melilla puedan celebrar la fiesta del Sacrificio tal y como la tradición marca. Y lo peor de todo, y lo más preocupante, es que la señora Delegada y sus asesores -no sé si su partido también- parecen haber asumido el falso relato de los Imbroda–Barkani–Velázquez sobre la fiebre aftosa como justificación para evitar -e incumplir la promesa que hicieron- que se celebre el AID como merecemos.
Parece que hay que volver a repetir que el ganado ovino no está afectado básicamente por la fiebre aftosa en Marruecos. A pesar de las manipulaciones interesadas de los que no dicen la verdad sobre la fiebre aftosa (¿es otra cosa, no?). Pero es que aunque así fuera, Melilla no es territorio de la Unión Europea y por tanto no hay impedimento legal alguno -ni reglamentación alguna- para importar ganado vivo ovino, como sí que podría haberlo para importarlo a territorio peninsular, aparte del control sanitario fronterizo y de las autorizaciones marroquíes.
Y que la situación estaría resuelta legalmente en Melilla con la misma reglamentación que la señora Delegada hizo valer el año pasado y que la sra. Velázquez impidió de forma ilegal presuntamente al negar que se pudiera utilizar el matadero como recepcionista de los corderos vivos importados. Cosa por la cual deberán responder judicialmente.
No creemos que los nuevos responsables de Sanidad Interior vayan a cometer el mismo error que los anteriores porque además de prevaricar presuntamente estarían autorizando a los cebaderos de Melilla a vender corderos a particulares cuando eso está prohibido expresamente. Hay que recordar que en Melilla no hay ganaderos sino carniceros que tienen un cebadero para alimentar y engordar a su ganado durante treinta días y que no puede venderse vivo legalmente a los particulares sino que ha de ser conducido exclusivamente al matadero para su venta posterior en las carnicerías.
Si se han denunciado en años anteriores a los responsables de autorizar estas ventas ilegales de corderos vivos desde los cebaderos, y se han denunciado las prácticas de la Delegación del Gobierno y de los responsables de Sanidad interior por incumplir la normativa concreta de la importación de animales vivos desde Marruecos y la Ley de Libertad Religiosa, nadie en su sano juicio pretenderá que precisamente este año, con el cambio de gobierno en la CAM, no se produzcan las correspondientes denuncias en el caso de que no se permita la celebración tradicional de la Fiesta del Sacrificio por parte de la comunidad musulmana de Melilla. Parecería una burla macabra el que este año volviéramos a tener problemas en ese sentido.