Por Toni Roderic, Los Verdes de Melilla.
Tengo la profunda esperanza y el intenso deseo de que el pueblo español, este próximo 20D, envíe a Rajoy a Santa Pola como registrador y empiece a librarnos de esta plaga de incompetentes y aprovechados que nos están sumiendo a todos los españoles en una situación de indigencia democrática y a los melillenses, en particular, en una sórdida, penosa y desventurada sociedad.
Ya me perdonarán ustedes la perorata pero es que cada día que pasa, sea el incompetente ministro del interior, o sea el espabilado Imbroda, hablando del peligro del yihadismo e identificando el mismo con Melilla nos hacen un flaco favor.
La mucho más que desafortunada frase que Imbroda vomitó esta semana sobre el gesto de valentía de Rajoy por visitar Melilla cuando “nuestra ciudad tiene un foco de riesgo específico o especial por el terrorismo yihadista” es un despropósito y una irresponsabilidad que solo sirve para perjudicar nuestro futuro.
Nuestra imagen no puede ser la que estos botarates del PP se empeñan, continuamente, en dar porque así nuestro futuro económico se hundirá definitivamente. ¿Qué inversores se atreverán a venir a Melilla si ministro y presidente se empeñan en emponzoñar nuestra imagen diariamente?
Lo más triste es que esta actitud difamatoria de Melilla y de los melillenses la realizan, únicamente, por intereses partidistas, para explotar el “miedo al moro” que les hace ganar, continuamente, las elecciones para vergüenza de los amazighen que les ríen las gracias.
Porque al final la realidad es que los 126 españoles desplazados a Siria para combatir con el DAESH no son residentes en Melilla. Asistimos, continuamente, a una criminalización de Melilla y de los musulmanes de Melilla por parte del gobierno del PP que es bochornosa. Que se preocupen –la pandilla de necios que nos gobierna- de solucionar los problemas de pobreza, de paro y de exclusión social en vez de montarse historias para autoconsumo de la derecha más escabrosa.
Sinceramente, no sé qué pecado habremos cometido para tener que soportar a gente como ésta.