Por Toni Roderic, Los Verdes de Melilla.
El último informe del Consejo Escolar del Estado sobre la enseñanza en Melilla pone de manifiesto la triste y continuada realidad de la situación educativa que padecemos en la Ciudad Autónoma de Melilla.
Los datos de fracaso y abandono escolar no sólo son alarmantes sino que son un freno para el progreso de la ciudad y para el porvenir de sus jóvenes.
Mejorar, pues, la educación se convierte en una prioridad imprescindible para el futuro de Melilla.
Una situación como la que padecemos en la ciudad, y que de alguna manera analiza el informe del Consejo Escolar, puede mejorarse y puede ser reversible pero para eso debemos incidir desde la Ciudad Autónoma de Melilla, aportando las soluciones y los medios que no aporta el Ministerio de Educación, y que podíamos sintetizar en las siguientes:
1. Dar solución, lo más urgente posible, al problema de la masificación y de las altas ratios de alumnos por clase, con la construcción de las nuevas infraestructuras necesarias, negociando con el Ministerio las dotaciones presupuestarias posteriores para la puesta en funcionamiento de las mismas. Sin olvidar las necesidades para las enseñanzas musicales, de idiomas, de adultos…
2. Perfeccionar los estudios de Formación Profesional. Necesitamos unos estudios profesionales más numerosos, más dinámicos y más atractivos para nuestros jóvenes.
3. La educación no puede ser gestionada únicamente por el Ministerio o por la Consejería de la Ciudad Autónoma de Melilla porque demasiadas veces no acaban de captar la realidad de la situación. Para su mejora, regeneración y enriquecimiento debe contar con el esfuerzo de todos: profesores, padres y alumnos. Por eso es necesaria la creación de un Consejo Escolar de Melilla que pueda trabajar en su perfeccionamiento y la realización de un Plan de Mejora decidido por todos.
4. Dar solución definitiva a la situación de la lengua tmazight. España es un estado que tiene amplia experiencia de cómo tratar situaciones de lenguas en contacto y hay que aprender de ellas y actuar en consecuencia. Tal y como se trata en este momento no sólo no ayuda a mejorar la educación sino que es un lastre para el futuro de al menos la mitad de nuestros jóvenes.
De la actuación decidida de los melillenses para intentar solucionar estas deficiencias depende en gran medida el futuro de la ciudad.
