Por Toni Roderic, Los Verdes de Melilla.
Desde hace unos días, escuchamos, insistentemente y a todas horas y en todos los medios, hablar de la operación Montecristo por parte del equipo de gobierno. Hemos llegado a escuchar, en palabras del Presidente de la CAM, Juan José Imbroda, incluso de conspiración para subvertir la democracia. De un ataque de un “grupo criminal”, que actuaba en Facebook, que querían alterar el resultado democrático conseguido, por él mismo y por su partido, electoralmente. Vamos, el no va más, lo más grave ocurrido en Melilla desde el desastre del “Barranco del Lobo”.
¿Qué quieren que les diga? Si no conociéramos el percalito y las maneras que utilizan siempre manipulando todo lo manipulable sería para reírse a carcajadas. Que se quiera esconder la gravedad de la corrupción melillense porque dos exempleados despedidos hagan un perfil falso en el Facebook dando a conocer cosas con mayor o menor verosimilitud y en la que participaron, parece ser, algunos funcionarios como un juego, no parece que sea para que se hable nada menos que de “abuso de poder, coacciones y revelación de secretos”. Y, más aún, en nuestra Melilla.
Para coacciones y revelación de secretos, por poner un ejemplo que no venía precisamente de Montecristo, recuerdo lo que hicieron en los últimos meses filtrando al ABC datos del catastro de un juez -de un domicilio que no era el suyo- para poder matricular a sus hijos en un colegio determinado.
Y, en fin, en el caso de que hubiera habido una conspiración, como dice Imbroda, parece ser que en la misma participó en algún momento el PPL que parece ser, también, que es el partido que le da la mayoría absoluta al PP de Imbroda, y que pronto pasarán a ser del mismo grupo todos por absorción. Por tanto, pídanle explicaciones a sus socios que son los que le dieron amplificación y no quieran arrimar el ascua a su sardina porque nadie de la oposición actual participó en la conspiración. ¡Vaya una conspiración!