Por Toni Roderic, Los Verdes de Melilla.
Este año en el que entramos es un año electoral. A las elecciones municipales y autonómicas de mayo se sucederán las generales a finales del 2015. Y es la hora en que los melillenses, en particula,r y los españoles, en general, han de evaluar las políticas de los dirigentes de las ciudades, de las autonomías y del estado. Y votar en consecuencia.
En Melilla, los ciudadanos y ciudadanas han de decidir si quieren continuar con un gobierno que no soluciona los principales problemas de la ciudad: el paro, la exclusión social, la pobreza y el fracaso escolar de una gran parte de la población. Si además quieren continuar con los que gobiernan la ciudad desde hace 15 años sin que puedan ofrecer un futuro económico para la misma y que han dejado a los jóvenes sin esperanza, sin ilusión, sin futuro. Si quieren prolongar un gobierno sin ideas, triste y aburrido que cae, una y otra vez, en presuntas corrupciones, en fallos de gobierno, en el pelotazo que favorece a los amigos. Con la mayoría de sus miembros imputados, sin transparencia alguna en sus decisiones y con el atropello diario a la democracia.
Las y los melillenses han de decidir, con dignidad y en libertad, si quieren apostar por políticas honestas que trabajen por la esperanza de una ciudad que haga de la igualdad bandera y de la esperanza enseña. Que sea un ejemplo de convivencia y de regeneración económica, donde los jóvenes vean un futuro claro a sus expectativas sin prejuicios ni estereotipos de otras épocas. En fin una Melilla diferente. Lo opuesto a la Melilla de Imbroda.